Una de las dudas más comunes al momento de escoger donde vivir es: ¿Qué es mejor, comprar o rentar?, la respuesta no es sencilla, y no es la misma para todas las personas, hace falta analizar variables como: cuáles son las necesidades que busco cubrir, planes a futuro, capacidad de pago, entre muchos otros factores; en este blog te daremos algunas recomendaciones para que puedas tomar esta decisión de la mejor manera.
¿Quiero comprar una casa o quiero un lugar para vivir?
Esta primer pregunta, hace referencia a cuales son las necesidades que busco cubrir, si bien todos necesitamos un lugar para vivir, rentar no siempre es lo más cómodo, los renteros pueden solicitar la entrega de la propiedad una vez terminado el plazo de arrendamiento pactado, el precio puede subir más de lo esperado, entre otras situaciones que se pueden evitar cuando se compra una propiedad; por otro lado, el comprar una casa o un departamento puede cubrir otro tipo de necesidades, como formar un patrimonio o disfrutar de la estabilidad de contar con una propiedad a tu nombre.
Dicho esto, una razón para considerar rentar en lugar de comprar una propiedad puede ser el tener la libertad para poder moverse de ciudad, ya sea por trabajo o por cualquier otro motivo, si todavía no se tiene la certeza de querer establecerse en un lugar, rentar suele ser la mejor opción.
Situación financiera y costo de oportunidad
El segundo factor a considerar es la situación financiera, comprar una propiedad suele ser una excelente opción para invertir, las bienes raíces son inversiones que ofrecen rendimientos atractivos con un nivel de riesgo bajo, si además consideramos que los bancos suelen ofrecer créditos hipotecarios con tasas de interés bastante atractivas, comprar una casa suele ser una gran decisión financiera; el único factor que falta considerar, sería el costo de oportunidad de adquirir esta propiedad, es decir, que haría yo con este dinero si no realizo esta compra, si soy un empleado que no tiene el tiempo ni el interés de involucrarse en una inversión que requiera una participación activa, difícilmente podré sacarle mayor provecho a mi capital, por otro lado, si soy un emprendedor o un empresario que puede aprovechar el capital para invertirlo en un proyecto con mayores rendimientos, habría que pensar dos veces que es lo que más me conviene.
En conclusión, no existe una respuesta que aplique para todos, lo importante es analizar las necesidades que se buscan cubrir, así como la situación financiera, y tomar una decisión atendiendo a la cabeza y al corazón.