El cierre del año 2023 ha revelado un panorama macroeconómico lleno de matices, reflejando tanto factores internos como externos que han desafiado las expectativas iniciales. En este blog, exploraremos las tendencias y sucesos que han caracterizado este año, ofreciendo una visión integral del panorama macroeconómico del país.
Producto Interno Bruto (PIB)
Según las proyecciones de Banxico en diciembre de 2022, se esperaba un modesto crecimiento anual del 0.90%. Sin embargo, las cifras más recientes pintan un escenario más robusto, con un crecimiento real del PIB mexicano alcanzando el 3.30% en el tercer trimestre y proyectando un cierre anual del 3.40%.
Tasa de referencia
En el ámbito de las tasas de interés, el año transcurrió con pocas sorpresas. Iniciando el año con un referencial del 10.50%, en las primeras dos juntas de política monetaria de Banxico, se llevaron a cabo dos incrementos de 0.50% y 0.25% respectivamente, fijando la tasa en un 11.25% para el resto del año, y con la perspectiva de iniciar el periodo de bajas en el segundo trimestre de 2024.
Inflación
En lo que respecta a la inflación, las sorpresas fueron positivas, marcando una tendencia descendente a lo largo del año y anticipando un cierre del 2023 en 4.44%, contrastando con el 5.07% esperado al cierre de 2022.
Tipo de cambio
El análisis del tipo de cambio revela una tendencia positiva que definió el año. Con un promedio de 17.7589, el indicador experimentó fluctuaciones moderadas, alcanzando un máximo de $19.4883 el 02 de enero y un mínimo de $16.6809 el 31 de julio de 2023; al cierre de esta edición el tipo de cambio se ubica en $19.8935.
Aunque el año demostró un desempeño económico destacado, con un crecimiento del PIB que superó las expectativas iniciales y una inflación moderada, la prudencia financiera sigue siendo crucial. Las tasas de interés se mantienen en niveles elevados, generando costos significativos en el financiamiento para personas y empresas. En este contexto, estrategias como la diversificación en dólares e instrumentos de renta fija, como cetes o bonos, son esenciales para aprovechar las oportunidades del mercado.